¡Oh prado de verduras, de flores esmaltado!

Cántico espiritual de San Juan de la Cruz

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Lepidópteros

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Luna de la soledad

¿Se acuerdan de aquella canción de Atahualpa Yapanqui, Luna tucumana?

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Pudor

 

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Transparencias fugadas

Transparencias fugadas, es el título de un libro de poemas de Pedro García Cabrera, publicado en 1934

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Una sola rosa es todas las rosas

Una Sola Rosa es todas las rosas/ y es ésta; el irremplazable,/ el perfecto, el dócil vocablo/que encuadra el texto de las cosas.// Cómo decir alguna vez sin ella/ lo que fueron nuestras esperanzas,/ y las tiernas intermitencias/ en nuestro continuo viaje./ Rainer Maria Rilke (Traducción: Miguel Frontán)

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Esa luz mojada

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Llueve

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Vilanos

¡Sopla para que vuelen!

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Ni la noche ni el día quieren venir

Verso del poema Gacela de amor desesperado, de Ferderico García Lorca

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Vainas. Añádeles alas y serán libélulas

Haiku de Matsuo Bashoo

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Todo está orientado hacia la nostalgia

La frase completa de Julio Cortázar en Rayuela, es: «Todo lo que se escribe en estos tiempos y vale la pena leer está orien­tado hacia la nostalgia»

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Pertenezco a la tierra y a su invierno

Versos de Pablo Neruda

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Don de la ebriedad

Don de la ebriedad, Claudio Rodríguez 

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El pretil del agua

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Hebras del sol

Hebras del sol, es el último libros de poemas que escribió Paul Celan en el año 1968

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Caligrafía

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Hijos del drago

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El nacimiento de Venus

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La república de las sombras

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La exagerada perfección de la calas

Microensayo dubitativo sobre la clasificación de las calas.- En el margen derecho del blog, he puesto una serie de categorías (no sé muy bien para qué: debe ser que estamos obsesionados por las clasificaciones y por la clasificación de las clasificaciones, o sea Borges) para organizar las fotos. Por ejemplo, estas calas que he colgado hoy, las he clasificado como «naturaleza».  Pero ¿hasta qué punto son naturales, si me las regaló la señora de las flores que, a su vez, las adquirió en un invernadero? Entonces me asalta la idea de Freire, cuando alfabetizaba a los analfabetos. Antes de cualquier paso, el grupo de analfabetos debía tener muy claro que ellos tenían cultura, una cultura no letrada, pero cultura. Analfabeto no significa el desposeimiento absoluto de conocimiento. Entonces discutían: una flor silvestre en medio del campo, es naturaleza. Una flor en un jarrón, es cultura. La pluma en el ave que vuela, es naturaleza. La pluma colgada del pecho como adorno, es cultura. Todo lo que transforman las personas es cultura. Una fuente donde mana el agua de manera natural, es naturaleza. Un pozo, es cultura…  Así es que no sé cómo clasificar estas sorprendentes plantas que son las calas. En todo caso su exagerada perfección, me resulta inclasificable. Pero con esto no resuelvo nada, porque no clasificar algo es crear una nueva clase: «la clase de las cosas inclasificables». Tendré que hablar con el Señor Borges, urgentemente. Juan Yanes 

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Cactus al borde el ataque de nervios

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Pesadilla

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La noche de la iguana

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Insulario

Paisaje de la isla de Lanzarote. Alonso Quesada (1885-1925), escritor canario mordaz y melancólico, comprometido con la realidad insular, amigo de Unamuno hasta su muerte, reunió en un libro que llamó Insulario, sus colaboraciones periodísticas entre 1918 y 1922. De él tomo el término insulario, si bien Quesada lo utilizaba para  hablar del sujeto que habita las Islas y no del espacio insular.

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